La cultura popular salsera como expresión de un mundo de vida que refleja las desigualdades sociales.
La revolución cubana determina dos factores
importantísimos en la posterior evolución de la música popular del
Caribe. Por una parte el bloqueo impuesto por los Estados Unidos y la
OEA cerró las puertas de la isla, que durante años había servido
de convergencia ideal para todas las tendencias. La música ahora en
adelante, tendría que funcionar al margen de Cuba. (Rondón, 1980,
p. 9)
Esto significó que muchos músicos, salieran de su
país para emigrar y residenciarse en la ciudad de Nueva York,
lugar que acogería todos los avances e incorporaciones que se le
hacían al género. En este sentido, como comenta Rondón (1980) la
salsa de ahora en adelante va estar marcada por tres factores
importantes a considerar como lo son:1) El uso del son como la base
principal del desarrollo, 2) el manejo de unos arreglos no muy
deseosos en lo que armonías e innovaciones se refiere, pero sí
definitivamente picantes y violentos, 3) y el toque último del
barrio marginal, la música ya no se determina en función de los
lujosos salones de baile, sino en función de las esquinas y
miserias, la música ya no pretendía llegar a públicos
mayoritarios, su único mundo ahora es el barrio.
La salsa nace en los barrios latinos de Nueva York.
Ahí los jóvenes, que viven al vaivén de la cultura popular
internacional, oyendo música de rock, recibiendo todos los valores
que difunde la publicad americana moviéndose con desespero entre la
autenticidad y el desarraigo, comenzaron a utilizar la salsa como la
única manifestación capaz de cantar sus vivencias cotidianas”.
(Rondón, 1980, p. 30)
En este sentido la salsa al nacer en los barrios,
desde este espacio intenta transmitir un discurso protesta frente a
las situaciones políticas, económicas y sociales que se presentaban
en la región latinoamericana. Ejemplo de ello, entre las canciones
que más sobresalen como representación de las desigualdades
sociales que se viven en América Latina, destacan composiciones como
las de Rubén Blades con “El Padre Antonio y su Monaguillo Andrés”.
“Desaparecidos”, “Tiburón”, Spanish Harlem y su orquesta con
“Pueblo Latino”, solo por nombrar algunas canciones la salsa a
través de sus composiciones e interpretaciones critican tanto a los
gobiernos de derecha, como de izquierdas que no logran contrarrestar
los índices de pobreza, inseguridad, crecimiento económico poniendo
en tela de juicio la libertad y la justicia social que prometieron
sus gobiernos.
La salsa en la década de los 70, 80 y principios de
los 90 se reinventa a través de la posesión por parte de sus
intérpretes y compositores de la cotidianidad que arropa a América
con sus formas de hacer pensar y sentir la aceptación y expansión
del género musical se da porque muchos de los seguidores de esté
genero se ven reflejados en sus canciones sencillamente porque están
inmersos en esa cotidianidad.
La salsa ha sido denominada como la música de la
urbe, la música del pueblo por acoger los símbolos normas y
costumbres más representativas de la mayoría, en este sentido la
salsa como cultura popular y representante de las desigualdades
sociales se ha asociado en algunas circunstancias con la política.
La salsa al ver las dificultades con las que se
desenvuelve y que son propias de su momento histórico, hace un
importante esfuerzo por a tratar de describir, criticar a los
gobiernos que están de turno en América Latina, para finalmente
plasmar en sus canciones la vida de los barrios y del mundo de vida
popular.
Definir cultura popular, representa un desafío
intelectual bastante grande, puesto que la cultura en muchas
circunstancias se presenta como una variable difusa, contradictoria
que abarca mucho y a la vez nada. Por lo tanto tomando en cuenta, la
dificultad que tiene al referirse a cultura popular, se ha procedido
a tomar la postura del autor Morag Shiach (1982) para poder evitar
connotaciones innecesarias, que complicarían el desarrollo del
presente trabajo. Esta postura permitirá desplegar con mayor
facilidad el objetivo del presente ensayo que al describir la
estrecha relación que existe entre la salsa como representación de
la cultura popular y la actividad política.
“…nunca se puede establecer una definición,
porque cultura popular constituye una compleja serie de respuestas a
los desarrollos históricos que se producen en las tecnologías de la
comunicación, al aumento de la alfabetización o a los cambios en
las relaciones de clases”. (Shiach, 1992, citado por Street, 2000,
p. 22)
Que a través del género salsero el continente
latinoamericano haya encontrado un mecanismo de presión y crítica
hacia los gobiernos de derechas, de izquierdas responde a la
capacidad creativa y activa del sujeto, que le otorga una válvula de
oxigeno a la sociedad que desea expresarse frente a los fenómenos de
su tiempo. “La idea de Sujeto puede crear no sólo un campo de
acción personal sino, sobre todo, un espacio de libertad pública”.
(Touraine, 1997, p. 165).
Y en un espacio de libertad pública se convirtió
la salsa, a partir de mediados de los sesenta con la aparición
de Eddie Palmieri, Tito Rodríguez y por supuesto las composiciones
de Rubén Blades, que a través de sus letras le inyectan mayor vigor
social en dónde se van reflejando las desigualdades sociales
existentes en América Latina, poniendo especial énfasis en las
dificultades que vive un segmento de la sociedad, por nombrar algunos
temas asociados a la problemática de los sectores populares urbanos
tenemos composiciones como: “Juanito Alimaña”, “Mi Gente” de
Héctor Lavoe, “Pedro Navajas”, “Buscando América” de Rubén
Blades, con los “Pobres Estoy” de Roberto Roena.
Y otras
composiciones de critica a la política como “El Padre
Antonio y su Monaguillo Andrés” de Rubén Blades; los temas que
tocan estas canciones son aspectos del acontecer social, político y
económico por los que atraviesa el continente latinoamericano, y
como las desigualdades existentes dentro de las sociedades americanas
dan pie a la conformación de una identidad que de una u otra forma
se reinventa a través del arte, en este caso la música.
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